Hay presencias que son una amenaza a la seguridad nacional; es por ello que permanecen ocultas. Contra los efectos de borrado emprendidos por la amnistía, Ghassan Halwani emprende varias acciones que rescatan aquello que se resiste a desaparecer. Su restauración cuidadosa y atenta cuestiona, nada menos, la versión oficial sobre la Guerra del Líbano mantenida hasta hoy. (LGV)
- Festival de Cine de Locarno - Mención Especial, Ópera Prima (2018)
- JCC Túnez - Tanit de bronce al mejor documental largo (2018)
- Cinemed Montpellier - Premio Ulysse Montpellier Méditerranée Métropole al mejor documental (2018)
- Festival Internacional de Cine de Toronto - Wavelength (2018)
Vive y trabaja en Beirut. Tras su cortometraje de animación Jibraltar (2005), empezó a colaborar, principalmente, con cineastas, dramaturgos, artistas contemporáneos, editores y músicos libaneses y árabes. Entre sus contribuciones destacan un cortometraje de cierre del documental The Lebanese Rocket Society de Khalil Joreige y Joanna Hadjithomas, una larga cooperación en varias obras e instalaciones con el dramaturgo y artista libanés Rabih Mroué, o el vídeo musical animado Takhabot con el músico palestino Tamer Abu Ghazaleh.
Borrado, ascenso de lo invisible es su segunda película y su primer largometraje.
Además de su compromiso artístico, su trabajo se centra en las esferas públicas y políticas. Actualmente contribuye a crear un archivo nacional dedicado a las desapariciones forzosas en el Líbano. Paralelamente, colabora investigando de cara a una película sobre el Plan Maestro Nacional para regular la tierra y la propiedad en el Líbano.